Etiquetas

miércoles, 24 de febrero de 2010

EL MOTIVO DEL VIAJE

Este blog decidí empezarlo con motivo de un Viaje. Un viaje que espero signifique ese cambio, esa evolución, esa aventura que llevaba buscando hace tanto.
Desde hace tiempo tenia una sensación de estancamiento y de no avanzar. Todo se estaba haciendo cuesta arriba pero sin saber en realidad a donde iba. Porque si al menos el camino se hace largo y duro pero sabes la meta que quieres alcanzar, el esfuerzo tiene un motivo y una razón.
En mi caso era desgana, el seguir haciendo lo mismo en mi vida porque era algo ya seguro, habitual, pero que no me estaba aportando nada. Simplemente conformarse. Y no soy persona de conformarse con lo que le "da la vida", hace tiempo que entendí que yo misma escribo mi destino.Pero, como cambiar si no sabes por donde empezar, si sabes que quieres un cambio pero... ¿cuál? y ¿dónde buscarlo? (¿quién no se ha preguntado esto alguna vez?)
Y te preguntas si realmente eres egoísta sólo por pedir más, por querer tener una ilusión por lo que haces o querer aprender y conocer cosas nuevas. Dejarlo todo por querer vivir otra vida que no sabes ni si existe.

Aquí entra en juego la PACIENCIA, el saber esperar:

"la paciencia no es pasividad ante el sufrimiento, no reaccionar o un
simple aguantarse. Es fortaleza para aguantar con serenidad el dolor y las pruebas que la vida pone a nuestra disposición, para el continuo progreso interno."

Es el mensajero que te da las herramientas para progresar y un día de repente te devuelve la ilusión, los objetivos, las metas...

Y así es como llegó este viaje.

Dentro de un mes empiezo mi aventura en Londres, una ciudad por descubrir, un idioma, unas costumbres que aprender y muchas experiencias para disfrutar.
Si dijera que no me da miedo el cambio, mentiría, pero precisamente es ese miedo el que me empuja a querer ir con más ganas aún, pues todo miedo lleva consigo un escalón más para subir.


jueves, 11 de febrero de 2010

LECCIONES

¿Existen señales en la vida? ¿Esas que te llegan como bofetadas en el alma para llevarte en la direccion adecuada? ¿Lecciones con sangre entran?

Hoy lei una gran frase: "Mejor una verdad que duela que una mentira que te haga feliz". Y son las verdades, la cruda verdad, las que más duelen, las que mas abonan el camino de grandes acontecimientos.

Cúantas veces nos apartamos del camino, nos perdemos entre malezas que no nos dejan ver más allá, empeñándonos en seguir peleando contra las adversidades. Y empezamos a sentir arañazos en el cuerpo, cansancio en el alma, pero seguimos y seguimos por caminos impenetrables. Aún hay esperanza por llegar a ese final. Cueste lo que cueste,aunque nos desplomemos por el camino. Todo vale.
Entonces interviene ese algo. Una lección más esta en marcha y recibimos ese golpetazo por parte de la vida.

Después de avanzar tanto por rincones inadecuados, un mal paso y caemos por un precipicio que no fuimos capaces de ver. Nos desplomamos lentamente, la caída es grande, tanto que no vemos un final. Tan profunda que nos da tiempo a preguntarno el por qué no miramos al suelo para ver donde pisábamos. ¡Por qué fui tan idiota! ¡Lo tenía delante y no fui capaz de dar un paso atrás!
Pero... realmente tenia que pasar y fue lo mejor que debía pasar.
Ese precipicio es frío, oscuro, solitario...La presión es tan fuerte que ya ni el dolor se siente. Se acabó. El camino llegó a su fin.
Y cuando ya has derramado la última lágrima, cuando ya has agotado el último motivo que te llevó hasta ahí, y has recapitulado cada error, entonces... descubres que tienes alas. Y aprendes a volar.

Sí, tuviste que caer por aquel precipicio para descubrir que sabías volar, que otros mundos te esperaban y que hay sendas más bonitas por las que caminar. Ascendiste alto y vislumbraste un mundo a tu pies.

La lección ha sido dura, pero necesaria.Tu vida no podía permitir que te perdieras tu destino.

"Gracias a la vida por abofetearme fuerte cuando me quedo ciega. Gracias a ti por hacerme daño; a partir de hoy puedo ser feliz"



lunes, 8 de febrero de 2010

DESCANSO ANTES DE PARTIR


Primer texto del 2010.Puff, ¡he tardado un mes en darle la bienvenida al año!

Este principio de año ha sido duro y difícil para mi. La famosa cuesta de enero, se me ha hecho difícil de escalar; más que otros años. Pero ya estamos aquí, un peldaño más cerca y entrenando cuerpo y alma para seguir.

“Después de la tempestad viene la calma”. Y así, en calma y sosiego estoy hoy.
Creo que no encuentro estado de ánimo más deseado que el estar en calma, tranquilidad y sin grandes emociones; ni buenas ni malas. Tal vez es una postura cobarde (que lo es) pero que hay mejor después de grandes subidas, bajadas, después de sentir emociones extremas que te hacen llegar al límite, conocer un estado de despreocupación, inconsciencia, donde nada pasa y se conoce el equilibrio. Un momento de pararse en el camino, un kit-kat, que a la par de rico y dar energía, satisface la necesidad. Y estos momentos de no pasar nada en tu vida, de no “sentir” nada, también son necesarios para seguir escalando montañas y descendiendo valles.

No se puede definir como un momento de felicidad,o no al menos como felicidad plena, esa que lo llena todo, que te atrapa en una espiral de satisfacciones de la no querrías salir jamás. Ese estado lo llena todo, te compensa, te eleva y es el camino que querríamos andar todos siempre. Pero llegar a ese sentimiento implica asumir el riesgo de caer desde una distancia más alta, vivir el opuesto de vacío y caída a un precipicio en el que nunca vemos el final. Emociones extremas, lo más y lo menos, el todo y el nada. Lo que todos ansiamos y lo que todos tememos. Extremos que hacen dar sentido a la vida.
Y por ello es tan necesario vivir en ciertos momentos la pausa que pone en orden tu vida. El seguir viviendo sin exponerse a peligros pero sin dar pie a éxitos. Momentos de calma.

Hoy se me ha venido a la memoria una canción de Leona Lewis: HAPPY. El título confundió lo que creía que me iba a encontrar en esta canción. Y me pregunto ¿Compensa un instante de felicidad el riesgo de perderla?



HAPPY

Alguien me dijo una vez
que tienes que elegir
entre ganar o perder;
no puedes tenerlo todo.

No corras riesgos
puedes sentir el dolor,
no ames en vano
porque ese amor no te hará libre.

Podía pararme a un lado
y ver la vida pasar delante de mí, tan infeliz,
pero lo evitaré mientras pueda.

¿Y qué si me duele?
¿qué si me rompo en dos?
qué si este mundo
sólo me lanza al filo,
mis pies se quedan sin tierra que pisar,
tengo que encontrar mi sitio, quiero oír mi sonido
no me importa más dolor frente a mí,
porque yo sólo intento ser
feliz, sí,
sólo intento ser feliz, sí.

Aferrándome
simplemente no puedo dejarlo ir
sólo intento jugar mi papel,
desapareciendo lentamente, oh.
Pues bien todas las lágrimas
se sienten igual, sólo en rostros
y nombres diferentes, ¡sácame de aquí!
Bien, no puedo quedarme a un lado
y ver la vida pasar delante de mí, pasar delante de mí.

¿Y qué si me duele?
¿qué si me rompo en dos?
qué si este mundo
sólo me lanza al filo,
mis pies se quedan sin tierra que pisar,
tengo que encontrar mi sitio, quiero oír mi sonido
no me importa más dolor frente a mí, porque yo sólo intento ser
feliz, sí,
sólo intento ser feliz, sí.

Así que cualquier cambio que no pueda ver,
lo voy a extrañar en este camino,
pero no afirmes que tú eres la víctima,
no digas nada.

¡Y qué si me duele!
qué si me rompo en dos
qué si este mundo
sólo me lanza al filo
mis pies se quedan sin tierra que pisar, tengo que encontrar mi sitio, quiero oír mi sonido
no me importa más dolor frente a mí, porque yo sólo intento ser
feliz (sí)
sólo intento ser feliz (sí).
oh sí, feliz, oh sí, sí
sólo quiero ser

feliz.